¿Entusiasmo? Bah, no lo siento. Pero no está mal
sonreír de vez en cuando ¿no? Aunque en estos instantes me pesan los ojos, y sé
lo que realmente es… y debo admitirlo, el insomnio apesta. Y una vez que estás
dentro de tal insomnio jamás puedes salir. ¿Cuántas noches llevo durmiendo
bien? ¿Dos? ¿Tres? Oh, lamentablemente, más de tres noches no son… y dudo con
tres.
Siento a veces que realmente no tengo escapatoria de
la rutina, es aburrido hacer lo mismo de siempre, mencionando la jaqueca de
todos los días.
Esto es serio.
Hoy, sin más me rendí ante mi propio pensamiento
destructivo en clase de Química, mi estómago dolía quizá de hambre, pero no
quiero comer. Oh Dios mío, en el recreo fue peor, me sentía realmente sola y lo
que siempre más necesito son… abrazos, nadie fue capaz de dármelo siendo
testigos de cuán necesito uno, ¡vamos! Somos compañeros desde primaria y sabes
cuán sensible soy. ¿Es necesario dejarme de lado? No pido ser el centro de
atención, pero mínimo una de-las-que-se-hacen-llamar-mis-amigas me hubiese
ayudado, pero ¿saben qué? No recibí ayuda de nadie y eso fastidia.
¿Qué sigue? Oh sí, el maldito llanto en el baño,
lloré más de 15 minutos, sola, como siempre lo he estado en esa estúpida
secundaria. Mis ojos aún están hinchados y ya no puedo más. Quiero que toda
esta pesadilla se acabe más pronto de lo que espera acabar.
Estoy hecha un desastre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario